noticias

Elisabeth Franco, con su energía inagotable y su deseo constante de aprender, es un verdadero ejemplo de cómo la perseverancia y la formación constante pueden transformar vidas.

Bogotá, junio de 2024. – En la tranquila ciudad de Manizales vive Elisabeth Franco, una mujer cuyo espíritu incansable y apasionado la ha llevado a enfrentar y superar cualquier obstáculo que la vida le presente. A sus 49 años, es una artesana innata, esposa, madre de cuatro hijos y abuela de siete nietos. Con una sonrisa siempre presente y un sancocho con aguacate como su comida favorita, Elisabeth personifica el poder de la perseverancia y el aprendizaje constante.

 

Una vida llena de actividad y pasión

 

Elisabeth no se detiene. Su día a día está lleno de actividades diversas: trabaja en casas de familia, crea hermosas artesanías, hace arreglos de ropa y vende productos por catálogo. “Mi nombre es Elisabeth, vivo con mi esposo, aquí en Manizales, trabajo en lo que me resulte. No me quedo quieta”, dice con orgullo.

 

Descubriendo el mundo de la tecnología

 

Hace poco, Elisabeth se inscribió en el programa de formación Escuela TIC Familia, una iniciativa de Fundación Telefónica Movistar Colombia y Fundación “La Caixa”. Este programa tiene como objetivo acercar a los padres de familia y cuidadores al proceso educativo de sus hijos e hijas, mediado por el uso adecuado de las TIC, para contribuir con la reducción de la brecha digital generacional.

“Terminé muy temprano el curso. Es algo muy bueno para las personas que no conocemos de tecnología, aprender a conseguir clientes y poder salir adelante”, comenta Elisabeth. La Escuela TIC Familia forma y acompaña a los padres, madres y cuidadores en el proceso de adquisición de competencias TIC, con el apoyo de un tutor virtual, familiarizándolos con la educación digital a través de una plataforma virtual de ProFuturo o mediante un proceso de servicio social, en una institución educativa.

 

Inspirando con su ejemplo

 

Elisabeth cree firmemente que su historia puede inspirar a otras personas. “Yo no me quedo quieta y mientras tenga las herramientas necesarias para salir adelante, es muy bueno. Me gustó mucho ese programa de Escuela TIC Familia porque había muchas personas que no conocíamos nada del Internet ni de los programas y eso lo ayuda a uno a avanzar”, afirma.

Además, ella anima a todos a aprovechar estas oportunidades de aprendizaje: “Les diría a las personas que están pensando en hacer un curso virtual y a estudiar en Escuela TIC Familia que lo hagan porque es muy beneficioso aprender a manejar estas herramientas tan importantes”.

 

Aprendizajes y aplicaciones prácticas

 

Elisabeth aprendió mucho durante el curso, desde cómo crear un inventario para un negocio hasta cómo agregar clientes a su agenda digital. “Para mí, lo más difícil fue iniciar porque no era capaz de meterme al programa o a la aplicación, pero ya después me pareció todo muy fácil. Los diálogos con los personajes eran muy buenos y uno entendía lo que explicaban”, recuerda.

Ahora, aplica diariamente lo aprendido. “Aprendí a enviar los enlaces de los catálogos y lo aplico publicándolos en mis estados para que se puedan ver más fácilmente”, dice. Elisabeth vende productos de marcas reconocidas como Novaventa, Yanbal y Leonisa, y afirma que estas ventas le han ido muy bien durante años.

 

Sueños y aspiraciones

 

A pesar de su vida ocupada, Elisabeth sigue soñando. “Me gustaría tener mi casa propia para estar más tranquila”, confiesa. A nivel laboral, su sueño es tener su propio negocio donde pueda exhibir y vender sus productos artesanales, de manera más efectiva. “Yo hago varias cositas, vendo revistas por catálogo, me gustaría tener las cositas en vitrina, visibles, para que los clientes se animen más”, explica.

 

El Arte en sus manos

 

Elisabeth no solo vende productos por catálogo, también es una talentosa artesana. “Hago manualidades, collares en mostacilla, canutillo, en macramé, en telar, Mochilas Wayúu, prendas de vestir. Todo lo que es bisutería y artesanía lo elaboro yo por pedido o encargo de los clientes”, dice con orgullo. Aunque la gente no siempre valora la artesanía, Elisabeth sigue creando con dedicación en las horas de la tarde o temprano en la mañana.

 

Un futuro brillante

 

Elisabeth ha aprendido todo de manera empírica y ha enseñado sus habilidades en diversas instituciones, pero aún sueña con certificarse para mejorar sus oportunidades laborales. “Tengo una página de artesanías que se llama ‘Artesanías Elisabeth’, y hace como 15 años que ando haciendo manualidades y dictando clases”, cuenta. Aunque tiene pocos seguidores en sus redes sociales, sigue compartiendo sus creaciones con el mundo.

 

Un Mensaje de gratitud

 

Elisabeth agradece profundamente al programa Escuela TIC Familia por todo lo que ha aprendido. “Antes no sabía nada de tecnología”, dice. No cambiaría nada del programa y espera que continúe ayudando a muchas más personas como ella. Su mensaje es claro: “Acérquense a estas oportunidades de aprendizaje, no se queden quietos. Aprender estas herramientas es esencial para salir adelante”.

Elisabeth Franco, con su energía inagotable y su deseo constante de aprender, es un verdadero ejemplo de cómo la perseverancia y la formación constante pueden transformar vidas.

Elisabeth Franco: Un alma imparable, entre el croché y las ventas por catálogo
Elisabeth Franco: Un alma imparable, entre el croché y las ventas por catálogo