Descubre qué es innovación educativa y cómo está cambiando la enseñanza digital con apoyo de Fundación Telefónica Movistar.

La innovación educativa no tiene un patrón fijo. A veces se parece a una profesora usando videos para explicar mejor un tema. Otras veces se siente cuando un estudiante descubre que puede aprender programación desde el celular. También ocurre cuando un papá aprende a enviar correos para ayudar a su hija con las tareas. Es flexible, creativa y se adapta a cada historia.
Lejos de ser un concepto lejano, está en lo cotidiano: en las ideas nuevas que hacen que aprender sea más claro, más divertido o simplemente más posible. Lo más valioso es que no se necesitan cambios enormes para innovar. Crece en los pequeños gestos: una pregunta distinta, un recurso compartido, una herramienta sencilla que acerca el conocimiento. Cada intento de enseñar de manera más cercana suma y transforma la forma en que aprendemos y enseñamos.
A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre este concepto y su impacto en la enseñanza digital.
¿Qué es innovación educativa?
Cuando hablamos de innovación educativa, no nos referimos simplemente a usar tecnología nueva o cambiar libros por pantallas. Según la UNESCO (2024), innovar en educación significa pensar y actuar de manera diferente para mejorar realmente la forma en que aprendemos. Es un esfuerzo consciente por hacer que el aprendizaje sea más significativo, accesible y conectado con lo que las personas necesitan en su vida diaria.
Lo importante es tener claro su objetivo: que más estudiantes aprendan mejor y se sientan parte de su propio camino de aprendizaje.
Cada contexto tiene sus propias necesidades, y eso también es parte de innovar: entender que no hay una sola receta para todos. Lo que funciona en un lugar puede adaptarse en otro. Por eso, la innovación no es un destino, es un movimiento constante de creatividad y mejora.
Si quieres saber más sobre formas de innovar, te invitamos a leer: Nuevos cursos gratuitos de Inteligencia Artificial para docentes en Colombia, lanzados por Fundación Telefónica Movistar
Características que hacen única a la innovación educativa
Hay ideas que mejoran una clase. Y hay otras que cambian la forma en que se vive el aprendizaje. Este concepto se mueve en esa segunda dirección. Se reconoce cuando algo cambia para bien, cuando lo que se hace en el aula, presencial o digital, tiene más sentido, más participación y más conexión con quienes aprenden.
¿Qué tienen en común esas propuestas que logran un impacto verdadero?
- Se adaptan al contexto: no esperan que todos aprendan igual, sino que encuentran la forma de llegar mejor a cada grupo, a cada realidad.
- Usan lo digital con propósito: no por novedad, sino porque realmente ayuda a explicar, motivar o facilitar el proceso.
- Resuelven necesidades del día a día: ya sea simplificando una tarea o creando nuevas maneras de acercarse a los contenidos.
- Invitan a participar: no es solo escuchar, es construir juntos. Cuando hay participación, hay más interés y mejores resultados.
- Están abiertas a cambiar en el camino: lo que no funciona se ajusta, lo que sí, se fortalece. Innovar también es aprender mientras se hace.
Estas características no se aplican como una lista de chequeo. Surgen de observar, de probar, de escuchar al grupo y de querer que el aprendizaje sea más claro y más cercano.
Nuevas habilidades que florecen
Transformar la manera de enseñar también cambia el tipo de habilidades que desarrollan quienes aprenden. Ya no basta con memorizar datos: hoy lo importante es saber resolver problemas, adaptarse a nuevos entornos, y trabajar de forma creativa.
Gracias a las nuevas formas de aprendizaje, se fortalecen habilidades que van más allá de lo académico:
- Aprender a aprender: no se trata solo de recibir información, sino de saber buscarla, analizarla y aplicarla cuando hace falta.
- Colaborar en equipo: muchos proyectos ahora se construyen entre varios, compartiendo ideas, recursos y soluciones.
- Pensar de manera crítica: cuestionar, proponer, mejorar. Todo aprendizaje tiene espacio para la reflexión y la transformación.
- Manejar entornos digitales: saber usar plataformas educativas y crear contenido, para fortalecer esas competencias digitales.
- Innovar desde lo cotidiano: encontrar nuevas respuestas a retos conocidos, sin miedo a probar caminos diferentes.
La enseñanza digital abre nuevas formas de aprender
Hoy aprender puede suceder en un aula, en casa o en cualquier lugar con conexión. La enseñanza digital abrió caminos que antes ni imaginábamos: maneras de acceder al conocimiento de forma flexible, cercana y a la medida de cada persona.
Cuando se usan bien las herramientas digitales, las clases se vuelven más vivas, las explicaciones más claras y las oportunidades de participación mucho más grandes. Lo digital no reemplaza el encuentro humano, pero sí crea nuevas formas de construir y compartir aprendizajes.
Cada plataforma, curso en línea o taller está pensado para llevar a más personas a una educación que entienda los tiempos en los que vivimos. Una educación que no se queda quieta, que evoluciona para adaptarse a ti, a tu entorno, a todos.
Desde Fundación Telefónica Movistar creemos en este movimiento. Creamos contenidos, espacios de formación y herramientas digitales para que aprender sea posible, accesible y cada vez más conectado con las necesidades reales de quienes quieren seguir creciendo.
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Historias que demuestran que sí se puede
Finalmente, cabe resaltar que hay ideas que empiezan con una conversación en la sala de docentes, con una mamá que pregunta “¿cómo puedo ayudar?”, o con un profe que prueba algo distinto en su clase. Y de pronto, sin mucho ruido, esas ideas crecen, se comparten y empiezan a hacer eco en más lugares.
Con programas como ProFuturo, en Fundación Telefónica Movistar (en alianza con Fundación ‘la Caixa’) hemos llegado a miles de escuelas en Colombia con tecnología, formación y contenidos que se adaptan a cada realidad. Pero lo más importante no son los dispositivos, sino lo que las personas hacen con ellos. Porque una tablet sin contexto es solo un aparato, pero en manos de alguien con ganas, se vuelve una puerta abierta.
Lo mismo pasa con Escuela TIC Familia, que acompaña a padres, madres y cuidadores para que se metan de lleno en el aprendizaje de sus hijos, incluso si nunca antes habían usado un correo o una videollamada. Y vaya que lo logran.
Estas historias nos recuerdan algo muy importante: el cambio también empieza desde lo cotidiano. Desde quien hace una pregunta distinta, desde aquel que se anima a compartir lo que sabe y le pone corazón a la enseñanza. Así, poco a poco, lo que parecía complicado se vuelve posible con la innovación educativa. Y lo que parecía lejano, se vuelve parte del día a día.